El día de hoy comienza el famoso festival de Sundance 2022, el cuál por segundo año será realizado de forma virtual.
Aún sigue siendo irreal que las exhibiciones de las películas tenga que ser de dicha forma. Aunque seguramente los involucrados no extrañan ni un poco el frío de Park City. Lo que caracteriza a este festival es la exhibición y el descubrimiento de nuevos artistas, los cuales serán no solo el presente, si no el futuro de la industria cinematográfica, y es importante darles un lugar para que comiencen a presentar sus obras. Tristemente debido a la pandemia, el caso es un poco distinto y muchos involucrados se vieron afectados económicamente, ya que la decisión de cancelar el evento presencial fue tardía, no fue hasta el 5 de Enero que se anunció que sería de forma virtual y ya se habían rentado condominios y casas para los
invitados, algunos tuvieron la fortuna de recibir su reembolso, pero muchos solo recibieron una parte o incluso no les regresaron nada.
La parte complicada es que en realidad no hay nadie quien sea responsable. Al igual que en Cannes, Sundance buscó no realizar la cancelación, ya que hay un crew enorme que se dedica a organizar dichos eventos buscando mantener la mayor cantidad de medidas de prevención posibles, pero Ómicron siguió empeorando, no solo en el condado de Summit de Park City, si no en todo el mundo. El año pasado la solución existió gracias a un sitio web que era extremadamente fácil de utilizar, lo cual propició una competencia apropiada. CODA fue la responsable de un gran comienzo, ya que vendió por un récord mundial de derechos de 25 millones de dólares a Apple, la cuál superó el récord establecido el año anterior por Hulu, gastando 22.5 millones en la película Palm Springs de Andy Samberg y Cristin Milioti.
Por otra parte los vendedores afirmaron que las películas que han pagado el precio son las de comedia y las de género debido a que estas son mejor recibidas en salas tradicionales con audiencias grandes y lo que quieren es buscar la forma de que se proyecten antes en salas nacionales para que la respuesta del público les ayude en la competencia. Las plataformas de streaming son las principales compradoras de los títulos exhibidos, ya que buscan obtener más suscriptores, y los títulos que obtienen son los que determinarán que tanto crecerán sus números. Por otro lado las exhibidoras tradicionales enfrentan la incógnita de si será pronto el regreso de las audiencias masivas a las salas.
¿Se unirán más distribuidores teatrales con streamers, como lo hizo Searchlight con Hulu? ¿Se volverá está la forma permanente de realizar festivales cinematográficos? ¿Y los títulos presentados serán compatibles con las audiencias de las plataformas?