Las películas de terror dentro del cine mexicano tienen una larga historia por contar
Cuando se acercan las fechas de Halloween y de Día de Muertos, es común que muchos de nosotros hagamos un maratón de cine con todas aquellas películas de terror que se han ido ganando un lugar especial como las favoritas de este género.
La mayoría de las veces, las películas de terror que vemos una y otra vez tienden a ser producciones internacionales, siendo las estadounidenses las más comunes, siguiéndole de cerca las producciones asiáticas que poco a poco reclaman su lugar dentro del género del cine de terror.
Dentro del cine mexicano hay grandes películas de terror que se han colocado como cintas muy importantes para la filmografía nacional. Muchas de estas películas de terror fueron hechas en una época determinada, sin embargo, la historia de las películas de terror en el cine mexicano, se remonta a las primeras décadas del siglo XX.
Los historiadores mexicanos consideran que la primer película sonora filmada y estrenada en México fue la adaptación de la novela “Santa” del escritor Federico Gamboa en 1931. No fue hasta el año 1933 que se estrenó la película “La Llorona” del director Ramón Peón que se dio inicio al género de terror dentro del cine mexicano.
Esta película retoma la leyenda mexicana de “La Llorona”, la cual dice que una mujer está en pena por la pérdida de sus hijos, por lo que cada noche sale a deambular y gritar por ellos. En esta versión realizada por Ramón Peón la protagonista es una mujer de nombre María.
María es una mujer pobre que se casa con un hombre multimillonario que además de ser una buena persona, es un buen padre, pues le presta atención necesaria y adecuada a sus hijos, sin embargo, esto desata cierta furia en María, quien en un arrebato de celos asesina a los dos pequeños y después de suicida.
A pesar de haber terminado con su vida en la tierra, María es condenada a vivir en el limbo, por lo que cada noche recorre las calles buscando a sus hijos, ya que es la única manera en que las tres almas pueden descansar en la eternidad.
“La Llorona” tiene una duración de 73 minutos y está protagonizada por Ramón Pereda, Virginia Zurí, Adriana Lamar y Carlos Orellana. Actualmente podemos disfrutar de esta cinta a través de una copia subida a YouTube, pues la cinta no ha sido restaurada.
Después de esta cinta, el cine mexicano dejó por un tiempo la producción de películas de terror, hasta la década de los 60 cuando una nueva adaptación de “La Llorona” entró a los archivos de la filmografía nacional. Esta película fue dirigida por René Cardona (“El peñón de las ánimas”) y contó con las actuaciones de María Elena Marqués, Eduardo Fajardo y Luz María Aguilar.
A pesar de estos intentos tempranos por sentar las bases del cine de terror mexicano, no fue hasta el año 1968 que el cineasta Carlos Enrique Taboada estrenó su película “Hasta el viento tiene miedo” que las películas de terror mexicanas tuvieron su época dorada, pues se considera a este cineasta como el maestro del cine de terror mexicano.
Otras películas destacadas dentro de la filmografía de Carlos Enrique Taboada son: “El libro de piedra” (1969), “Más negro que la noche” (1975) y “Veneno para las hadas” (1984). Durante esta importante época para el cine de terror mexicano, llegaron a nuestro país nuevos estilos cinematográficos como el giallo italiano, súbgénero cultural que nació en la literatura.
Uno de los cineastas que trabajó este estilo en México, fue Juan López Moctezuma, director conocido por la película “Alucarda, la hija de las tinieblas” (1978). A él se unieron Gilberto Martínez Solares con “Satánico Pandemonium” (1975) y Arturo Ripstein con “La tía Alejandra” (1979).
El estilo del cine de terror mexicano
Las principales características de estas cintas fue la manera en que presentaban temas como la religión combinado con lo satánico y el erotismo, otorgando películas de terror sumamente surrealistas y sangrientas para los espectadores de la época.
En las décadas posteriores los slashers mexicanos dominaron la escena del terror, pues películas como “Vacaciones del terror”, “Ladrones de tumbas” o “Pánico en la montaña” son los referentes de esta época, pues los cineastas mexicanos trataron de hacer su versión de los clásicos del terror estadounidense, sin embargo, estas películas resultaron ser comedias oscuras en vez de películas de terror.
Hacia finales de la década de los 80 y principios de los 90, el cine de terror tuvo un nuevo renacimiento con la película “Santa Sangre” del cineasta Alejandro Jodorowsky. Además de que Guillermo del Toro iniciaría su carrera con la película “Cronos”, la cual remonta al estilo cinematográfico de Carlos Enrique Taboada.
Después de este breve renacimiento del género, el cine de terror mexicano tuvo un “descanso”, pero no fue hasta el año 2007 cuando se estrenó la película “Kilómetro 31” del director Rigoberto Castañeda, que este género se consolidó. Esta película que recaudó una gran cantidad de dinero en su semana de estreno, gracias a la historia.
A partir de ese momento la producción de las películas de terror mexicanas tuvo un gran crecimiento, pues incluso algunas películas como “México Bárbaro” y “Atroz” comenzaron a experimentar el estilo gore y snuff dentro de sus historias, ganándose la admiración de cineastas experimentados en este subgénero como Ruggero Dedodato (“Holocausto caníbal”).
El cine de terror mexicano en la actualidad
Las películas de terror mexicanas actuales suelen experimentar temas más allá de lo sobrenatural, pues se encargan de abordar el terror desde lo conocido por el ser humano como en “Somos lo que hay” (2010) de Jorge Michel Grau o “Tenemos la carne” (2016) de Emiliano Rocha Minter. Ambas cintas exploran el canibalismo y la inmundicia humana.
En años más recientes, las cineastas mexicanas se comenzaron a involucrar en este género, siendo Issa López con su película “Vuelven” (2017) la directora mexicana más galardonada en el extranjero.
También en 2017 la película “Belzebuth” de Emilio Portes ganó gran reconocimiento, no solo por su gran historia sino por la participación de primeros actores como Joaquín Cosío y Tobin Bell, quienes se encargaron de llevar una historia sobre exorcismos en nuestro país.
Como se habrán dado cuenta, la historia del género de terror dentro del cine mexicano es extensa, pues desde el siglo pasado hay cineastas que decidieron explorar este género desde la cosmovisión nacional. Cuenténos, ¿conocían estas películas de terror?