Reseña del quinto capítulo de “Andor”
Disney+ ya cuenta con el quinto episodio de “Andor“, el cual sirve como una introducción final para este segundo bloque de la serie del universo de “Star Wars“.
La directora del capítulo es Susanna White, quien nombró a este episodio “El hacha olvida“, un dicho que representa todo lo que veremos dentro de los acontecimientos de la serie.
Dentro de la trama del episodio vemos como Cassian Andor (Diego Luna) está conociendo a sus compañeros de la Rebelión, los cuales están preparando un gran atraco a una instalación Imperial.
Sin embargo, los implicados en el atraco están cuidando sus espaldas, ya que no confían del todo en la repentina llegada de Cassian, quien para fines de la misión se cambió el nombre a Clem. La desconfianza reina dentro del episodio, los recelos no dejan de crecer y la personalidad de Andor no mejora las cosas para el grupo.
El episodio carece de acción y está enfocado en el desarrollo de las diferentes tramas que se nos presentaron. El tiempo que se toma la serie para contarnos las diferentes tramas se agradece, ya que sirve para crear un buen contexto y argumento alrededor de la serie, pero esta falta de acción podría desconectar a algunos sectores de la audiencia.
Dentro de a trama principal tenemos conversaciones interesantes, donde la desconfianza de Andor tendrá que dejarse de lado para conocer un poco más a sus compañeros en esta misión.
En este aspecto el capítulo añade algunas escenas aéreas que contribuyen a que el episodio no pierda al espectador, pero aún así el episodio esta centrado en crear y explorar estas conversaciones dentro de las diversas tramas que de momentos llega a sentirse algo pesada.
El episodio tiene esta falta de acción y es algo redundante en algunas partes de la historia, pero puede que esto cambié con el sexto episodio , el cual cerrara este bloque y en donde podremos ver en marcha el atraco.
“El hacha que olvida” es el episodio de esta serie de “Star Wars” que los fanáticos puede que no disfruten den todo, ya que este episodio corresponde a un thriller de espías, en el cual su función es crear un nexo para desarrollar al capítulo final de este bloque.
La subtrama que si avanza aparentemente muy poco o casi nada es la que encabeza Mon Mothma (Genevieve O’Reilly), la líder de la Alianza Rebelde, la cual parece que solo rellena el episodio, la actriz interpreta de manera espectacular al personaje, pero su trama con su hija y su marido no termina de convencer y parece estar hasta un poco fuera de lugar (esto puede tener relevancia en un futuro, pero dentro del episodio no funciona como tal).
El cliffhanger de esta trama es la repentina decisión del marido de ir por la autopista, lo cual nos hace pensar que dentro del siguiente capítulo puede que pase algo más importante dentro de la trama de la senadora.
Las escenas de Syril Karn (Kyle Soller) y Dedra Meero (Denise Gough) sí tienen algo más de trascendencia, porque ambas parecen avanzar, ligeramente. Dedra no va a rendirse en sus intentos por investigar el caso de Ferrix, contraviniendo órdenes, y Syrill está desarrollando cierta obsesión con Cassian Andor, la cual se está guardando para sí mismo.
La madre de Syrill, Eedy Karn, interpretada por Kathryn Hunter, nos mostró un toque interesante en la relación con su hijo, esta relación podría darnos la pista de que influyó en el comportamiento de Syrill, ya que sus diálogos con él son bastante interesantes.
Entonces tenemos que el episodio, básicamente, tiene como objetivo presentar con mayor profundidad las motivaciones de todos los Rebeldes, incluido el teniente Gorn (Sule Rimi).
Dentro de las conversaciones del episodio nos enteramos de donde proviene el título del episodio, gracias a que Arvel Skeen le dice a Cassian “el hacha olvida, pero el árbol recuerda“, un recordatorio de la opresión Imperial que se estableció tras ser proclamado por Palpatine.
A pesar de no desbordar con acción, el capítulo ha dejado cosas muy interesantes, algunas de las cuales iremos viendo como se desarrollan en próximos episodios. El episodio finaliza con la clásica calma antes de la tempestad, la cual está representada en la escena final que tiene a Luthen Rael como protagonista.