“Correr para vivir“, primer película del director Gerardo Dorantes, trae a la pantalla grande una apasionante historia sobre la vida de dos hermanos de la Sierra Tarahumara que tienen el sueño de convertirse en atletas profesionales.
Ya tiene tiempo que el pueblo raramuri se ha hecho conocido por producir corredores de alto calibre, pero esta será la primera vez que el público cinéfilo podrá experimentar una historia que cuenta las dificultades que involucra llegar a ser un campeón de maratones.
“Correr para vivir“: Ópera prima de Gerardo Dorantes
Tras haber estudiado previamente en la Universidad de Sidney, Gerardo Dorantes escribió el guión para la cinta “Correr para vivir“, inspirado por la forma en que los narcotraficantes, para aprovechar la habilidad atlética de la comunidad raramuri, reclutan individuos de dicho grupo para servir como “mulas de a pie”.
Según el director, la situación le pareció llamativa porque ejemplifica, así como se ve en el filme, tanto la abundancia de talento y potencial extraordinario que se puede encontrar en nuestro país, como la forma en que la carencia y falta de oportunidades obliga a ciertas personas a tomar “un camino fácil, que luego no termina siendo tan fácil”.
Una historia de hermandad
“Correr para vivir” nos cuenta la historia de Homero, interpretado por Vladimir Rivera Mata, y su medio hermano Capó, a quien da vida Manuel Cruz Vivas. Ambos hermanos son parte de la tradición raramuri, y aunque el último es el único que es completamente descendiente de este pueblo, los dos sienten al correr la misma pasión.
Por azares del destino, Capó se ve involucrado con criminales que se aprovechan de su habilidad para correr. Después de un suceso trágico, estos criminales aprovechan la situación para extender su control a toda la familia de Homero.
Actuaciones que prometen
En “Correr para vivir“, la elección del reparto es refrescantemente real. Aquellos que participan de la historia reflejan la mexicanidad verdadera que el público conoce y eso se agradece pues facilita la inmersión de la audiencia en los sucesos que relata el filme.
Producida por Pablo Zimbrón Alva de la productora Varios Lobos, la cinta ofrece, además de actuaciones excelentes, paisajes impresionantes de Huasca de Ocampo, Hidalgo y la Sierra Tarahumara en Chihuahua.
El hecho de grabar en locación significó para el equipo de producción un reto doble, de entrada por ser a menudo lugares con difícil acceso, pero también porque en estos espacios el control del narcotráfico es severo. El director de “Correr para vivir” tuvo que llevar a cabo un diálogo con estos grupos para poder accesar a la zona.
Correr: más que un deporte
“Correr para vivir” no es una de esas clásicas historias de superación deportiva, que aunque también pueden ser excelentes, comúnmente carecen un poco de complejidad. Al contrario, esta cinta se propone reflejar una realidad que existe en nuestro país y que no siempre es del todo agradable.
Durante su metraje, el público atraviesa distintos momentos de felicidad, superación, familia, pero también otros que dan miedo o que pretenden más bien despertar una mirada crítica hacia la vida en las comunidades indígenas, donde a veces parece que salir adelante es sólamente una imposibilidad.
Por supuesto, no te queremos arruinar la experiencia para que corras al cine y puedas vivir esta producción original mexicana en carne propia. Mientras tanto, o si no te has convencido, aquí te dejamos el avance: