Pedro Infante fue un artista originario de Yucatán que dominó la cultura mexicana durante el periodo del Cine de Oro. Con el pasar de los años, su trabajo aún significa en nuestro país una referencia obligada, tanto por su actuación como por sus interpretaciones musicales.
A lo largo de su carrera, durante la que participó en más de 60 películas, fue premiado nacional e internacionalmente, y se codeaba con personalidades como el director Ismael Rodríguez y los actores María Félix, Sara García, y Jorge Negrete.
El Ídolo de México, un legado trunco
El 15 de abril de este año se conmemoró el aniversario luctuoso número 67 de Pedro Infante. El Ídolo Inmortal de México falleció a los 39 años en medio de un viaje a bordo de su Liberator Express, un avión veterano de la Segunda Guerra Mundial, cuando éste se desplomó a causa de una combinación entre el error humano y condiciones difíciles.
Como es ya tradición, una multitud de sus admiradores se reunieron en su tumba para recordarlo y celebrarlo a través de su música y su trabajo, pero no hay mejor manera de mantener vivo su legado que echar un vistazo a las grandes obras que nos dejó. Por eso, aquí te dejamos la lista de 5 de sus mejores películas.
Nosotros los pobres
Durante esta cinta de 1948, dirigida por Ismael Rodríguez, la audiencia se enfrenta a las realidades de la pobreza en México en un drama que habla también sobre la injusticia del sistema legal mexicano, una crítica social profunda para la época pero con un mensaje esperanzador.
Pedro Infante se pone en los zapatos de un desafortunado Pepe El Toro, un carpintero acusado de un asesinató que no cometió. Acompañado de personajes memorables como Chachita, hija de Pepe, y su novia Celia, La Chorreada, Pepe lucha por probar su inociencia y ultimadamente conservar su derecho a la libertad.
Ustedes los ricos
La secuela de “Nosotros los Pobres“ no se hizo esperar, y el equipo completo encabezado por Pedro Infante e Ismael Rodríguez regresó para dar vida a una nueva historia el mismo año de 1948. Ismael Rodríguez aprovechó esta ocasión para contrastar la vida en pobreza que había plasmado en la primera parte con el mundo lujoso de los ricos.
La familia verdadera de Chachita, de gente acaudalada, aparece de la nada con intención de llevarse lejos a la pequeña. De alguna manera, Pepe tendrá que navegar esta circunstancia para hacerle ver a Manuel, padre biológico de Chachita, como el dinero no puede comprar realmente la felicidad.
Dos tipos de cuidado
Ismael Rodríguez produjo en esta película de 1953 una trama de tono más ligero, que deja el protagonismo a la química entre dos de los más grandes íconos del Cine de Oro: Pedro Infante y Jorge Negrete.
Motivos de amor ponen a prueba la amistad de los coprotagonistas, que compiten en una serie de embrollos, enredos, malentendidos y dilemas, excusas para mostrar el talento cómico de los actores. Es sin duda una de las mejores comedias mexicanas, además del único proyecto en el que se puede ver a los dos histriones como coprotagonistas.
A.T.M. ¡A toda máquina!
Otra comedia icónica en la que Pedro Infante comparte el protagonismo es “A.T.M. ¡A toda máquina!”. En este filme de 1951, dirigido por Ismael Rodríguez, Luis Aguilar se une al Ídolo de México para interpretar la dupla de Pedro Chavéz y Luis Macías.
Esta dupla de policías motorizados se ganan el cariño de la audiencia a través de su conmovedora y divertida historia. Esta es otra cinta en la que la competencia férrea esconde una profunda amistad que supera toda clase de desastres.
Tizoc: Pedro Infante se lleva el primer Globo de Oro a una película mexicana
Es la única cinta en la que Pedro Infante logró tener a María Félix como interés romántico, según se dice, a base de una obstinada labor de convencimiento, que, no obstante, rindió frutos. Dirigido por Ismael Rodríguez en 1956, fue el primer largometraje mexicano en ganar un Globo de Oro por mejor película en lengua no inglesa.
Por si fuera poco, el protagonista se hizo merecedor del premio a mejor actor por dar vida al personaje de Tizoc en el Festival de Cine de Berlín. Una clásica pero trágica historia de amor entre personajes de distintos orígenes sociales que se ha vuelto icónica con el tiempo, en gran medida porque aleja a Pedro Infante de su personaje usual de galán, y nos demuestra el rango de su habilidad histriónica.
