En “Living”, el director Oliver Hermanus hace su interpretación del clásico de Akira Kurosawa, “Ikiru” (1952), con la maravillosa interpretación de Bill Nighy. La cinta se ha llevado dos nominaciones para los próximos Premios Óscar 2023, tanto en la categoría de mejor actor, como para mejor guión adaptado.
La historia, adaptada por el autor y Premio Nobel, Kazuo Ishiguro, está ambientada en el Londres de los años 50 y sigue al Señor Williams, un respetado funcionario que ha dedicado su vida entera al mundo burocrático y quien, fuera de ese espacio, no parece tener otras actividades o intereses, ni una relación cercana con sus hijos.
Pero su rutinaria vida se ve interrumpida por una noticia inesperada. Como si despertara de un sueño, el protagonista se adentra en sus memorias más profundas, desde los juegos de su infancia, los recuerdos de su juventud y sus padres. Desesperanzado, comienza a faltar a sus responsabilidades -algo inaudito y totalmente atípico de su carácter- y sin saber muy bien qué rumbo tomar, empieza a tomar decisiones y visitar lugares que nunca había tenido curiosidad por ver.
Londres vs. Japón
Aunque Living es casi una calca a color del Ikiru del legendario director japonés, existen algunas diferencias obvias debido al contexto en el que se desarrolla la historia. En la cinta en blanco y negro, el protagonista, Kanji Watanabe (Takashi Shimura), es un funcionario público en Tokio que ha trabajado en la misma oficina burocrática durante más de 30 años. Kanji es un hombre solitario y amargado que ha perdido todo sentido de la vida y se siente inútil e impotente ante la corrupción y la ineficiencia de su oficina.
Cuando Kanji es diagnosticado con cáncer estomacal en etapa avanzada y le quedan pocos meses de vida, decide buscar un propósito en su existencia antes de morir. Después de una serie de experiencias que lo llevan a ver la vida desde una perspectiva diferente, Kanji finalmente encuentra su razón de ser en la creación de un parque infantil en un terreno baldío que ha sido objeto de disputa durante años.
“Ikiru” es una de las películas más importantes en la historia del cine japonés, pues es una reflexión sobre la búsqueda del significado de la vida y la importancia de aprovechar el tiempo al máximo. Kurosawa utiliza la narrativa no lineal y flashbacks para contar la historia de Kanji y la película está llena de imágenes poderosas y simbolismo, pero con un tono un poco más sombrío y existencial que el del remake de 2023.
Despertar a la vida
Regresemos a la versión de 2023. A lo largo de la película vemos cómo el Señor Williams impacta a quienes lo rodean a través de diversas interacciones: desde las interrogantes que inspira indirectamente en los colegas del trabajo; las bromas y risas que intercambia con la sensible y perspicaz Miss Harriscon (Aimee Lou Wood) y la reflexión que despierta en un total desconocido, amante de la vida nocturna, durante una noche de farra. Pero sobre todo el profundo desconcierto, y arrepentimiento del hijo primogénito al darse cuenta de que no conoce a su padre como él pensaba.
“Living” invita a reflexionar sobre una situación con la que muchos nos podemos ver identificados: la monotonía y la rutina del mundo adulto absorbiéndonos hasta el punto de olvidarnos cómo vivir. Si no ponemos atención al significado de nuestras acciones, los años pueden pasar ante nuestros ojos y casi sin percatarnos quedar enganchados a una forma de vida insípida y gris. Al igual que a los personajes que le rodean, el Señor Williams también nos recuerda a los espectadores: detente un momento y haz un balance de tu vida. Y por favor, disfruta el tiempo que te queda.
La pregunta principal que deja la película es qué niño elijes ser de ahora en adelante: ¿el que ríe en el parque de juegos y se resiste a entrar a casa ante el llamado de su madre? o ¿el niño meciéndose en el columpio mientras espera cabizbajo a que su mamá lo llame?