Cumbres borrascosas (1847) es considerada una de las novelas más importantes para la literatura inglesa y un exponente del movimiento cultural del romanticismo. Emily Jane Brontë, su autora, fue la inspiración de la actriz británica Frances O’Connor para dirigir su película debut.
Protagonizada por Emma Mackey (parte del cast de la serie de Netflix Sex Education), Emily es una combinación de biografía, cine de época e historia de amor, con algunos momentos del tipo coming-of-age.
La extraña del grupo
La cinta narra la vida de las hermanas Brontë: Charlotte, Anne y Emily (quienes firmaban sus escritos como Currer, Acton y Ellis Bell) y sus conflictos en un entorno religioso y conservador, mientras lidian también con el fallecimiento de su madre.
Emily, referenciada una y otra vez como “la extraña” del grupo, muestra una sensibilidad distintiva para la escritura, pues aunque sus hermanas también crean poemas y ficciones, ella destaca por una narrativa oscura y profunda. A lo largo de la película vemos el conflicto interno de Emily por no encajar en su entorno familiar y social, pero siempre fiel a su voz y el anhelo por la libertad de expresarse a través de la escritura.
Es esencial para la historia la relación de Emily con su rebelde hermano Branwell, quien es adicto al opio (el cual más adelante ella misma consume motivada por la curiosidad) y comparte con ella afinidades artísticas, largas charlas y una estrecha complicidad. Por otro lado, tenemos la historia entre Emily y su primer amor, el cura William Weightman (Oliver Jackson-Cohen; El hombre invisible y La maldición de Bly Manor), con quien entabla un apasionado pero inestable romance.
En el limbo de las biopics
Aunque la película tiene momentos interesantes, buen score y una excelente fotografía y vestuario, el guion se siente plano y no logra aterrizar un tema central del que se pueda exprimir alguna reflexión concreta, más allá de la figura de la mujer en la época victoriana, ya bien conocida y retratada en un sinfín de películas y series.
Como han comentado algunos críticos, la historia no resulta lo suficientemente fiel a la vida de Emily Jane como para que sea una biopic relevante, ni tampoco suficientemente exuberante como para que resalte por su tono contemplativo, y aunque tiene muchas libertades y detalles más modernos como para esa época, tampoco es tan arriesgada como una María Antonieta de Sofia Coppola (2006) o la comedia de Apple TV Dickinson, que re-imagina la vida de la poeta Emily Dickinson de forma muy fresca para un público más adolescente.
Emma Mackey cumple con su actuación, pero la historia no le hace justicia a la Brontë de carne y hueso. En general la cinta se siente como una oportunidad perdida, un título que queda en el limbo de las biopics: no es mala y tampoco excelente; no destaca especialmente en valores de producción y mucho menos en su guion.
Lo que sí queda claro es que Emily, siendo muy joven (de hecho murió a los 30 años de edad), desafió los estándares de su tiempo y su narrativa fue tan propositiva que marcó nuevos caminos literarios, un legado innegable hasta la fecha.
Si eres una persona aficionada de las historias románticas ubicadas en épocas pasadas y no tienes problema con una cinta contemplativa de ritmo un poco lento, esta película es para ti.
Así que si ya la viste, cuéntanos qué te pareció a ti.