Sin duda alguna Free Guy es una de esas películas Blockbuster que al principio nadie esperaba nada de ella, era simplemente una cinta que te llamaría la atención por la comedia que maneja Ryan Reynolds y ya. Pero la verdad es que esta película nos da más de lo que todos esperábamos y te brinda un tiempo agradable con risas garantizadas y si eres un cinéfilo que le encanta la cultura pop y los videojuegos, estoy seguro de que te fascinará.
No es ningún secreto que adaptar un videojuego a la pantalla grande nunca ha sido una misión sencilla y es que simplemente el hecho de querer plasmar en el cine la experiencia individual que cada uno de nosotros experimentamos al jugar un videojuego es algo que le ha costado bastante a las productoras de cine.
Son muy pocos los casos de éxito de cintas que han sido adaptadas a videojuegos, como tal fue el caso de Sonic, o Ready Player One que, si bien no fueron la maravilla en el cine, si cumplieron bastante con su cometido. En esta ocasión me parece que Free Guy se suma a estos casos de éxitos en películas relacionadas con los videojuegos y al mi parecer un buen ejemplo de como debe hacerse una película ser meramente una adaptación de algún videojuego.
Interpretada por Ryan Reynolds, Guy, es un personaje NPC que habita en Free City y su vida va a dar un giro de 180° grados cuando se enamore a primera vista de un personaje que en verdad es una jugadora en la vida real. Guy (Ryan Reynolds) nos conquistará el corazón por su bondad e inocencia, pues es como si viéramos a un adulto que recién acaba de nacer y esta aprendiendo todo sobre la vida.
Es cierto que las similitudes con Lego: La Película (Christopher Miller y Phil Lord, 2014) son obvias, con toques (solo toques) del Show de Truman (Peter Weir, 1998) y del Atrapado en El Tiempo (Goundhog Day, Harold Ramis, 1993) pero pronto comienzan las diferencias.
Uno de los “pasatiempos” que se suelen hacer cuando entras en un videojuego que consiste en un mundo abierto es hacer lo que no haces en la vida real: rompes cristales, golpeas a las personas y, sí, matas a algunos NPC. Con esta idea como base, Shawn Levy quería hacernos ver que esto estaba mal.
La película contiene varios mensajes interesantes que, sin pretender ser moralizadores, nos quieren hacer reflexionar sobre algunos aspectos de los videojuegos y todo lo que los rodea, la violencia gratuita de algunos títulos, el mercantilismo como único objetivo, entre otros más. La disquisición de si las empresas crean contenido que desea el usuario o si los usuarios consumen solamente lo que se les ofrece.
Aunque sobre todos estos temas está el de construir tu propia vida, tu propio camino (muy del gusto del cine comercial norteamericano) y aquí sí que tenemos una comparación de los personajes del mundo real con los de los videojuegos haciéndote cuestionar si, eres tú el dueño de tu propio destino o dejas que “alguien” te maneje.
Free Guy es un momento divertido bien hecho, visualmente es algo de admirar pues constantemente damos diversos saltos entre el mundo real y el mundo de los videojuegos, además de que esta cuenta con una historia sencilla pero eficaz, las interpretaciones son decentes y existe mucho, mucho humor.
Al menos que seas un ermitaño gruñón te prometo que vas a reír mucho, eso sí, te adelanto que, si eres alguien freek con un gusto de la cultura pop y los videojuegos, ten en cuenta que encontraras algunos guiños y referencias que aparecerán cando menos te lo esperes además de que estos terminan por darle a la cinta ese toque de realismo y diversión (por ejemplo, la aparición de algunos streamers famosos y algunas referencias a otras franquicias).
En conclusión, Free Guy es una película divertida y entretenida que no pretende nada más que eso, hacernos pasar un par de horas agradables. No encontraremos nada nuevo o innovador en Free Guy, pero solo por la gran comedia que maneja Ryan Reynolds merece la pena ver esta película. Sales con una sonrisa en la boca. Y eso da mucho de qué hablar.